domingo, 9 de noviembre de 2008



“Televisión, Video y Subjetividad”

Omar Rincón en su texto nos dice que se imagina lo audiovisual como la estrategia fundamental de relación con el mundo de la vida en la sociedad contemporánea. Reflexionando sobre la TV como protagonista de este tiempo cultural, así mismo afirma que lo audiovisual es un supermercado simbólico de estilo de vida para habitar estos tiempos desalmados de razones.

Las culturas son redes de significación compartidas que se mueven en el tiempo y se cristalizan en el espacio; las culturas son audiovisuales cuando juntan experiencias instantáneas sentimentales y narrativas y producen un paisaje caracterizado por otras formas de significación, es decir, constituyen nuevos laboratorios experimentales de la sensibilidad y el pensamiento.

Las sensibilidades son la mejor forma de comprender a las culturas audiovisuales, ya que son artefactos que en lo lúdico y lo afectivo permiten producir sentidos momentáneos, se utiliza para entender al artista, al intelectual y al alternativo de buen gusto, las sensibilidades son potentes para reinventar la vida en cuanto dejan de ser temáticas y se convierten en relatos que inscriben nuevas estructuras estéticas y estilos de hacer lo audiovisual.

Las imágenes tienen un rol central en la forma que toma la identidad (Olalquiaga 1992), estas se insertan entre lo real y lo verdadero y constituyen un mundo falso, en el cual nos toca vivir como sujetos sujetados, por lo que hemos perdido el control sobre quienes somos o queremos ser, ya que todo está mediado por los lentes y las imágenes producidas por los medios masivos, y estos se convierten en la única fuente para evaluar y comprender nuestras experiencias (Machado 2000).

El autor encuentra seis evidencias que documentan el porque de la sobredeterminación de la imagen en el paisaje simbólico contemporáneo y nos dice: las imágenes dominan y determinan la cultura popular, la TV se ha convertido en un lugar visual que ritualiza formas de interpretar al mundo, el ojo es el centro de la percepción, la imagen es una forma de construcción del pensamiento, el siglo XX no se podría constituir sin imágenes, la imagen es información.

Lo audiovisual es comprendido por Arlindo Machado como el resultado de las máquinas semióticas, aquellas dedicadas prioritariamente a la tarea de representación, las cuales desempeñan un papel fundamental en la actividad simbólica del hombre contemporáneo, porque tienen elocuencia propia.

Omar Rincón muestra expone la percepción generalizada que existen en la sociedad intelectual acerca de cómo el cine es el lugar de la imaginación, la televisión es solo una industria que juega sobre lo cotidiano y el video es el lugar del experimento, esta diferencia , mas que un enfrentamiento entre las mediaciones de lo audiovisual manifiesta el potencial de su acción simbólica, en cuanto cada manera de encarar la producción de imágenes asume lógicas propias, tienen su lugar en este mundo y una legitimidad especifica en los espectadores. La televisión es el medio más potente porque desde su presencia cotidiana e industrial que la mayoría de la población reconoce y aprecia las nuevas de lo audiovisual inventadas por el cine y el video.


En la lectura se menciona que la vida sin la televisión seria muy aburrida y por su poder de seducción se preocupan políticos, maestros, padres de familia y académicos, para muchos es el peor mal que le ha sucedido al mundo de la vida porque es una caja estúpida que impide pensar y roba el alma, es por naturaleza inculta, frívola y hasta imbécil de manera que cuanto mas vacío sea un programa, más éxito tendrá.El asunto importante es dejar de ver a la pantalla como un problema y pensar que es un dispositivo comunicativo que hay que comprender para explicarlo.


La manera de ser, expresión y acción de la televisión se ha transformado en la lógica dominante para todos los procesos que se pretende comunicar la sociedad, la televisión es el medio que mas radicalmente va a desordenar la idea y los limites del campo de la cultura, con sus tajantes separaciones entre la alta cultura y la cultura popular, entre la realidad y ficción, entre espacio de ocio y trabajo, entre saber experto y experiencia profana, entre razón e imaginación. La televisión es el medio central para el juego de los sentidos colectivos en la sociedad actual, a la que estructura de manera insospechada, de ahí su centralidad social y cultural.

Considera a la televisión es un agente de socialización, mirar TV es la tercera actividad realizada por hombres, mujeres y niños después de dormir, trabajar o estudiar; Antes la socialización del sujeto se realizaba a través de la institución familiar, la institución religiosa, la escolar y la institución étnica, hoy estas cuatro instituciones socializadoras clásicas se encuentran relativizadas por la acción de la televisión, ya que ella va a ejercer como mecanismo que asume los lugares vacíos dejados por estas, pero a su vez extiende y complejiza las formas de ser en la sociedad.


A la televisión se le considera social porque se debe a que es un medio masivo para el tiempo libre, que brinda anclajes, así sean breves y débiles para comprender el devenir del mundo. Su poder esta en la conectividad que produce alrededor de referencias comunes y aunque valora el ruido como expresión, aumenta las posibilidades de elección, destruye la uniformidad del tiempo y crea nuevos ritmos con base al control remoto.La pantalla, sea privada o publica, es lugar político ya que determina las formas de hacer vida publica en la sociedad contemporánea al establecer como el escenario prioritario para el debate de ideas; el dispositivo preferido y más efectivo para comunicarse entre gobiernos y ciudadanos, políticos y candidatos; el mecanismo preferido para consultar opiniones de la sociedad; el lenguaje mas atractivo para construir consensos.La televisión como institución educativa no es una opción, es una necesidad. Los niños que ven más televisión rinden más en la escuela y tiene ventajas cognitivas sobre los niños que no la ven, ya que pueden atender en simultáneo a dos actividades mientras que los no televidentes solo se concentran en una.


La televisión se convierte en educativa a través del diseño de material didáctico; como la escuela abierta a través del broadcasting, el cable y los sistemas satelitales con programas de entretenimiento con intencionalidades formativas; en su acción diaria, masiva y cotidiana. La televisión, sea de intencionalidad educativa o no, usada en el aula o no, desde su presencia cotidiana genera nuevas posibilidades de encuentro, experiencia, juego y creación que aportan a la actividad de la escuela.Los aprendizajes provenientes de la televisión podrán ser reflexionados y puestos en perspectiva según como los maestros y padres de familia asuman en el aula y en la casa, los aprendizajes que consiguen sus estudiantes e hijos en los diversos programas de televisión.La televisión como industria-negocio en el sector económico tiene gran potencial de generación de empleo, capital y mercado; es una de las industrias que más evoluciona y moviliza los negocios, mas aún si se tiene en cuenta que la oferta se ha multiplicado y diversificado, las audiencias se han segmentado y el pague por ver se esta convirtiendo en la practica cotidiana de la televidencia.


La televisión como forma de contar, la esencia de la TV es ser un dispositivo de contar historias que propone leyendas y fabulas de la sociedad contemporánea. En ella la sociedad se recrea desde su tradición narrativa pero en busca de significar en formas nuevas.La televisión como practica cultural, la cultura inscrita en la pantalla produce una manera de ser de una comunidad. En la televisión se aprenden formas de hablar, usos del lenguaje, estilos de conversar; las nuevas palabras de moda aparecen en las telenovelas, los nuevos términos para explicar la realidad suele llenar los noticieros.Los poderes de la tele. La televisión respeta los tiempos de goce del televidente y le brinda entretenimiento y en su presencia cotidiana gana su poder sobre la conciencia colectiva. El poder es una acción productiva más que represiva, las relaciones de poder son reconfigurados por la acción televisiva.


La televisión se convierte en un escenario de la lucha de diversos actores por reconstruir desde intereses particulares las relaciones con lo informable: las fuentes (gobernantes, políticos, industriales, guerreros y economistas) tienen el poder cuando engañan y manipulan los medios y a los periodistas para que informen conforme a sus intereses.La ética perdida, la ética es poder cuando se promueve y se ejerce la democracia, se practica la pluralidad informativa y se hace de la televisión un medio útil y ciudadano. La ética es una práctica y un imperativo para quien produce mensajes.

Referencia Bibliográfica


RINCON, Omar “Introducción”, “El encanto audiovisual” y “El ambiente Televisión” en Televisión, Video y Subjetividad, Editorial Norma, 2002. (pp. 9- 57)

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