domingo, 9 de noviembre de 2008


“Escuela y TV, hacia una alianza por nuevos motivos”

En la lectura Orozco nos dice que la escuela va perdiendo efectividad y relevancia en la educación, mientras que los medios de información, especialmente la TV va adquiriendo un crecimiento protagónico dentro de ésta, aunque no se lo propongan.

Así mismo el autor, menciona existe una paradójica de múltiples desafíos entre tres elementos fundamentales la sociedad, la educación y la escuela, estos elementos, no han podido entablar alianza con los medios para poder establecer un proceso educativo beneficioso para la sociedad, ya que estos son los responsables en gran parte de la educación.

La TV se rige por la obtención de máximas ganancias por medio de la publicidad, mientras que la escuela trata de alcanzar metas anacrónicas centradas en la asimilación de información utilizando métodos pedagógicos rígidos basados en los libros.

El protagonismo de la TV tiene dos tipos de presencia cuantitativa y cualitativa ante la audiencia vía la mediación, los estudiantes pasan mas tiempo ante la pantalla de un televisor que frente a un pizarrón, al aumentar la oferta televisiva mayor es el consumo de medios, en un estudio realizado en Estados Unidos el promedio diario familiar era de 4.6 horas y este aumento hasta 7 horas, siendo las telenovelas y los noticieros los de mayor audiencia. La influencia de la educación escolar se reduce en conjunto y se va restringiendo, en todo caso a ciertas áreas cognoscitivas, la influencia de la TV se realiza no en algunos, sino en todos los ámbitos cognoscitivos de los televidentes, incluido el emotivo (Howe 1983).
Hay una influencia informativa, axiológica, actitudinal, ideológica, afectiva, simbólica, en las destrezas mentales y aun psicomotrices, en la medida en que el ver TV desestimula el ejercicio físico y fomenta la permanencia en ciertas posiciones durante varias horas (Orozco, 1987).
La programación educativa no goza de un alto rafting entre la tele audiencia, tampoco en los niños, ya que estos prefieren la programación para adultos; la programación educativa y la infantil constituyen un porcentaje bajo de audiencia.

La preocupación social con la influencia de la TV en la educación no radica tanto en la programación instructiva, que busca explícitamente provocar un tipo de aprendizaje en su audiencia, sino que se origina en el otro tipo de programación, la cual no se cataloga como instructiva, prosocial, cultural o infantil. El desafió contemporáneo de la TV es que ninguna democracia puede constituirse o llegar a buen fin sino se pone bajo el control a la TV.
Dentro de las áreas específicas en conflicto entre la TV y la escuela el autor menciona las siguientes: Desplazamiento, Alteraciones del ritmo cognoscitivo, Estimulación informativa y conceptual, Estimulación afectiva desproporcionada, Provisión temática estereotipada, Conocimiento paralelo, Cultivación, Provisión de referencias, Cambios de percepción, para mejorar la interacción ente la TV y las audiencias es necesario la acción de los maestros y las instituciones educativas.
La lectura refiere que debemos tomar en cuenta a los medios de comunicación y en particular a la TV, que se debe luchar por propiciar una relación inteligente, crítica y provechosa entre la los medios de comunicación y las audiencias. Se ha aceptado la idea que la TV sea una alidada en los procesos educativos del aula, por lo que Dewey afirma que si aquello que el alumno aprende fuera de la escuela incide en su aprendizaje escolar, la escuela tiene que dar cuenta de dicho aprendizaje.

Los modelos que se proponen para que existan las alianzas entre la escuela-TV son dos: 1) Un esfuerzo centrado en la defensa de los televidentes vía inoculación fundamentalmente ideológica que le permita lectura critica de la programación televisiva, 2) Un esfuerzo centrado en el aumento de la eficiencia escolar vía aprovechamiento de la TV y otras video tecnologías.
La alfabetización televisiva, el pensamiento, lectura o recepción crítica de los medios, son requerimientos necesarios para establecer una alianza en defensa de la influencia de los medios, para no ser una victima de la TV.
La incorporación de las NTIC en las instituciones educativas, mejorar la transmisión e insumos necesarios para un mejor procesamiento de la información, asumir a la TV como fuente de información, nueva, complementaria y estimulante para el proceso escolar y el desarrollo educativo de los estudiantes, son los supuestos necesarios para establecer una alianza hacia la eficiencia.
Si el gran poder de la TV consiste en certificar la realidad a través de su enorme potencial video tecnológico de representación, la cual construye frente a los mismos ojos de los televidentes un para qué de la Educación para los Medios puede entonces ubicarse precisamente en luchar por una desconstrucción sistemática de esa representación. Esfuerzo que podría realizarse vía fortalecimiento desde la escuela.
Para que este tipo de asociaciones se pueda establecerse deberá la escuela abandonar sus pretensiones de ejercer una influencia monolítica en los estudiantes, ser una institución de influencia significativa, selectiva, privilegiar ciertos ámbitos del conocimiento como sus metas, preparar a los estudiantes para sobrevivir y luchar por una sociedad mas participativa y libre, con respeto a los derecho humanos individuales y colectivos, permitir a los estudiantes confrontar su aprendizaje en relación a la TV y los demás medios de comunicación y de producción y circulación del conocimiento, privilegiar el desarrollo de aquellas habilidades que permitan a los estudiantes aprender y expresarse dentro de un entorno multimedia

Si bien los medios de comunicación han resultado un buen aliado para la transmisión de conocimientos y aprendizajes, igual han sido perjudiciales sobre todo en las audiencias en edad escolar tal y como lo mencionan los distintos autores en la lectura. Pero considero que dichos efectos se pueden disminuir utilizando a la misma TV en beneficio de los procesos cognoscitivos de los estudiantes; así mismo debemos inculcar en los chicos el amor a la lectura para despertar en ellos la creatividad, la imaginación y al mismo tiempo potenciar la asimilación de conocimientos.

Por otro lado debemos como docentes dejar de lado la enseñanza conductista, ya que dicho paradigma no es del todo funcional en nuestros días, no quiero decir con esto que no sirva, pero debemos rescatar lo mejor de él y complementándolo por ejemplo con el paradigma constructivista para con ello lograr aprendizajes significativos en los estudiantes, esto mediante el trabajo colaborativo y por que no utilizando a los medios de comunicación y a la TV en específico para educar a jóvenes y niños desde el hogar.


OROZCO, Guillermo “Escuela y Televisión. Hacia una alianza por nuevos motivos” (Capítulo 10) en Televisión y Audiencias, un enfoque cualitativo, Ediciones de la Torre/Universidad Iberoamericana, 1996. (pp.159-178)

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